El PAIS – MÓNICA CEBERIO BELAZA – Madrid 4 MAY 2018
Las víctimas de ETA reivindican la memoria de lo ocurrido para no cerrar en falso 50 años de terrorismo.
A Francesc Manzanares hablar de ETA y su disolución le sigue removiendo emocionalmente. No es para menos. El 19 de junio de 1987 su hermana Mercè, de 30 años, había acompañado a comprar un bañador a los hijos de su otra hermana, Núria. Los pequeños, Silvia y Jordi, tenían solo 12 y 9 años. Los tres murieron asfixiados en el atentado de Hipercor, en Barcelona, y forman parte de las más de 300 víctimas civiles que ha dejado ETA a lo largo de su historia.